REPORTE DE LECTURA N° 4
Siempre
se ha sabido que la iglesia siempre ha poseído cantidades enormes de dinero. El
año pasado gastaron 183 millones de dólares en un intento de sostener su diócesis
de todo el mundo. La asistencia a la iglesia está por el nivel más bajo: ha caído
un 46% en la última década. Las donaciones se han reducido a la mitad en siete
años, cada vez se escasa los estudiantes en los seminarios, la iglesia está
agonizando.
La preocupación
por los cardenales perdidos aun abundaba en el vaticano, el cardenal Mortati
estaba sudando, no solo en la capilla Sixtina estaba empezando a parecer una
sauna, sino que el conclave estaba por iniciar en unos 20 minutos y aun no se sabía
nada de los cuatro cardenales desaparecidos. En su ausencia, los susurros de confusión
iniciales que habían intercambiado los cardenales se habían transformado en una
gran angustia.
Lo único
que se sabía de estos cuatro hombres era que el camarlengo había ofrecido el
tradicional te privado a los cuatro cardenales a primera hora de la tarde pero
ya habían pasado un par de horas. Solo ocurriría una vez en la vida y con frecuencia
nunca que un cardenal tuviera la oportunidad de ser elegido Sumo Pontífice, y
por la ley vaticana, el cardenal debía estar dentro de la Capilla Sixtina
cuando tuviera lugar la votación. De lo contrario era inelegible.
Pocos
cardenales dudaban de quien sería el siguiente Papa.
En 15 días antes se había creado una cascada constante de faxes y llamadas telefónicas que comentaban las características de los principales candidatos. Como era costumbre, se habían elegido cuatro hombres como Prefereti, cada uno de los cuales cumplía los requisitos para convertirse en Papa:
En 15 días antes se había creado una cascada constante de faxes y llamadas telefónicas que comentaban las características de los principales candidatos. Como era costumbre, se habían elegido cuatro hombres como Prefereti, cada uno de los cuales cumplía los requisitos para convertirse en Papa:
· *Dominio del italiano, inglés y español.
· *Sin secretos vergonzosos
· *Entre 65 y 80 años de edad
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